EL ORIGEN DE LAS NUTRIAS MOLESTAS
En lo profundo de los rincones de una cueva oscura, enterrado bajo kilómetros de tierra, rocas e historia, un hombre se alegraba por la cantidad de riquezas que había logrado. Este no era un hombre ordinario, ¡no!, este era un Científico Malvado, ¡Dr. Científico Malvado para ti! Mientras las cejas del Científico Malvado se arrugaban aún más en su nariz torcida, se preguntó por qué no había podido dominar el mundo todavía. Esta era una pregunta que lo perseguía todos los días y lo frustraba sin fin, había hecho todo lo correcto, estaba seguro; había leído todos los libros malvados de la biblioteca malvada, había construido un gigantesco laboratorio malvado en su bóveda secreta (la misma en la que se encontraba ahora), y amasó una enorme fortuna con Solana. Incluso se aseguró de hacer su cama TODAS las mañanas, pero aún así, el mundo no se inclinó ante su grandeza. ¡No tenía sentido! No importaba, la respuesta le llegaría, estaba seguro. Sin embargo, ahora no era el momento para conspirar maldad, se dio cuenta, su programa de televisión favorito estaba a punto de emitirse y casi se lo perdió debido a las pequeñas distracciones de enormes montones de dinero y la dominación mundial.
Rápido como pudo, el Científico Malvado se apresuró a llegar a un lugar frío de su laboratorio, se subió a su sillón de puff favorito y puso su programa favorito, ¡Capitán Nutria! Durante años, el científico había observado diligentemente el espectáculo del Capitán Nutria todas las noches, enamorado del feroz animal. Ya sea por tierra o por mar, el Capitán Nutria triunfaba majestuosamente semana tras semana, siempre salvando el día justo a tiempo. Claro, la nutria siempre luchó contra el mal, pero nadie es perfecto. De hecho, el Científico Malvado sintió que el Capitán Nutria era un alma gemela, porque prefería comer comida de su estómago en lugar de esas malditas mesas en las que todo el mundo estaba.
Fue entonces cuando el científico malvado tuvo una idea que cambiaría el curso de la historia. ¿Qué pasaría si él tuviera un Capitán Nutria propio a su lado, es más, un ejército completo de nutrias a su disposición, cada una genéticamente diseñada para ser más linda, tierna y feroz que la anterior? Sí, ¡esto era exactamente lo que se estaba perdiendo todo el tiempo! Después de todo, ¿qué era una mente maestra malvada sin sus secuaces genéticamente mejorados? Con una sonrisa malvada, el científico malvado puso su DVR de manera amenazadora para grabar el resto del episodio y se fue a su laboratorio para construir el ejército más grande que el mundo jamás haya visto.
Un ejército de nutrias.
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